TEXTO: LEOPOLDO MARTIN RAMOS
LA GENEROSA FAENA DEL PRESIDENTE BORIC
Reflexiones sobre sus afanes en el mes de la Patria
La faena del mes de la Patria comenzó temprano por el presidente Gabriel Boric Font, en cuanto a sus relaciones con entidades importantes del país y el mundo, y avanzó hasta unos días de la primavera; regresando desde Nueva York, luego de una trascendente intervención en la sede de la Organización de las Naciones Unidas.
Allí, Boric Font se presentó con una descripción lírica de hermosa factura:
“Vengo de Chile (…) Un país que tiene una geografía diversa y paisajes conmovedores, en donde conviven juntos los cielos más claros con los mares más tempestuosos, y el desierto más seco, con ciudades hechas de lluvia. ”
Empero, antes de comentar esa intervención en la importante tribuna internacional, una referencia sobre los comienzos de la gran faena del presidente, que se dieron tanto en el Club de la República, en su añoso Templo de la Gran Logia Masónica de Chile; como en el Templo de la Iglesia Evangélica, y en el Templo de la Membresía Católica.
En todos ellos compartió lugares distinguidos destinados a Autoridades y Personas Ilustres, para observar comportamientos y escuchar el particular pensamiento de las rancias Entidades, que hacen de su raciocinio, el ejercicio honesto de su devoción, además de la declaración pública de sus posturas ideológicas. Así ocurrió en la Catedral Evangélica Metodista Pentecostal de Puente Alto, que reunió ecuménicamente al Pueblo Evangélico.
Y el día dieciocho de septiembre en el viejo caserón de la comunidad cristiana, la Catedral de Santiago, que fue el primer templo religioso que se fijó en el trazado original de la ciudad, después de que Pedro de Valdivia la fundara, hace una caterva de años.
En las tres estancias, el clamor por la Paz ciudadana extendió sus alas en los decires de sus Oradores, para condolerse de los asuntos de violencia y delincuencia, amén de las dificultades de las multitudes para atrapar la necesaria y esquiva dignidad humana.
Vuelvo al Discurso en la ONU, destacando párrafos marcados, de honestidad y valiosa presentación:
(vengo de …) “Un país con tremendas oportunidades, que hoy está a las puertas de un desarrollo integral, y que estamos trabajando que sea para todos y no para unos pocos.”
“Un país que tiene cobre y litio para la electromovilidad, un país con hidrógeno verde en desarrollo para proveer de energías limpias al mundo, un país con largas costas y áreas marinas protegidas para cuidar al medio ambiente. También, con universidades de primer nivel para crear y compartir conocimiento.”
“Vengo a decirles, que Chile necesita al mundo y el mundo, también, necesita a Chile.”
(… y)
“Como resulta evidente, en estos días ningún país, sea grande o pequeño, humilde o poderoso, puede pretender salvarse solo.”
Estos planteamientos enhebrados con fuerte convencimiento e ilustrado entendimiento de los aconteceres mundiales describieron situaciones contingentes de Europa y Latinoamérica; todo ello explicado con las siguientes frases:
“vivimos en una época de profundas incertidumbres y sobresaltos, en la que es claro que no existen naciones, estando todas aquí representadas, que sean aisladas o inmunes a los sobresaltos, a lo que acontece a nivel global, y en esto nuestro país, por cierto, no es la excepción.”
Entonces, adentró su pensamiento en cuestiones del
“El estallido social que viviera Chile en 2019 (explicó) dejó perplejos a muchos observadores ( … ) Durante aquellos días, una gran mayoría de chilenos y chilenas manifestó su malestar frente a la desigualdad y los abusos”.
Por lo tanto, vinieron las movilizaciones sociales con su carga de violencia y atropello a los Derechos Humanos, tras la prevalencia de la dignidad… y en una manifestación de honesta humildad, Boric Font sostuvo:
“Y consciente que no soy quién para dar lecciones sobre cada uno de los problemas que vive el mundo convulso en el que habitamos, pensé que contarles nuestra experiencia reciente como país puede servir, a quien quiera escuchar, para sacar vuestros propios aprendizajes.”
Mientras, en Chile, luego del discurso, sus detractores reprocharon a Boric Font con el decir popular: “los trapos sucios se lavan en casa” (frases en redes sociales) sin advertir que, al usar el adagio referido, sancionaban a los harapos de su particular responsabilidad y accionar cuestionando a su anterior reciente período presidencial, que, con la diatriba identificaban a su gobierno …
Hubo mezquindad en estos dichos de los maldicientes.
El presidente había hecho en su discurso un relato honesto; puso la verdad contra la intención de ocultar los harapos sucios. Dijo Boric:
“Chile vive actualmente un intenso proceso político. Hace casi tres años debimos hacer frente a una grave crisis política y social. Durante aquellos días, una gran mayoría de chilenos y chilenas manifestó su malestar frente a la desigualdad y los abusos. Su indignación frente a las largas esperas para recibir atención en la salud pública. Su hastío frente a las millonarias deudas por estudiar. Su rechazo a las pensiones de miseria después de largos años de trabajo.”
No hay dudas que el relato resultó duro; empero, cuando se proclama una verdad -y las situaciones denunciadas son indesmentibles- como paños limpios, esto suelen ondear con donaire, aun cuando exhiban jirones de injurias.
A guisa de justificación y explicando el comportamiento asumido por su gobierno, luego del plebiscito de salida de la Convención Constitucional, el presidente dijo a la Asamblea de Naciones Unidas:
“Pero ¿por qué les hablo de esto? Porque, a diferencia del pasado, en que las diferencias en Chile fueron resueltas a sangre y fuego, hoy las chilenas y los chilenos acordamos enfrentar de manera democrática nuestros desafíos.”
Luego hizo un recuento del proceso constituyente, que tuvo el resultado amplio del rechazo para el texto propuesto por la Convención, sin parar mientes en consideraciones que pudieran incidir en las decisiones futuras. Concluyó, en esta materia:
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